A flor de piel...

¿Quién ha elegido cómo ser? ¿Cómo aparentar? Nadie tiene la ventaja de escoger su vida a la carta. Pero existen aquellas personas que por suerte han nacido con alguna virtud de la que alardean sin un poco de empatía hacia la demás gente que cada día pisa este mundo.
¿Quién ha elegido ser feo/a? Nuestros padres encontraron el amor y nos crearon con el fin de querernos fuéramos como fuéramos, no se preocupaban por nuestro aspecto.
¿Quién ha elegido ser gordo/a? Nuestro ADN se creó a partir de una recopilación de información, entre ellas, la masa corporal.
¿Quien ha elegido tener dificultades a la hora de hablar, estudiar, expresarse o socializarse? La vida, la cruel vida nos presenta a las mil y una salidas del destino.
¿Quién ha elegido tener acné en la cara? Señores, nuestra genética.
¿Quién ha elegido ser homosexual? De nuevo, el destino.
Pero estás tú, siempre tú, el que te ries de nuestros defectos, el que no valora nuestro corazón, el que nos clasifica por nuestras cualidades físicas, el que no se da cuenta de que vivimos en una sociedad en la que no tenemos un dependiente que nos ofrezca cada una de nuestras características al nacer.
Y luego están ellos, siempre apoyándonos, siendo el pilar de nuestra tierra, aceptando nuestros defectos y virtudes, haciendo lo posible por no vernos derramar una humilde pero dolorosa lágrima y verla correr por la cara. Ellos merecen la pena.
Pero tú, de nuevo, debes darte cuenta, de que nuestros beneficios no están sólo A flor de piel, sinó que nuestro corazón és nuestra única esperanza, aquella en la que creemos que un día hallarán brillante, con el amor que oculta y que un par de degenerados se dedicaron a desperdiciar.

No al bullyng.