Entrada para él: Sufriendo en silencio

¡Hola chic@s! Hoy quiero dedicar esta narración inspirada en alguien muy importante para mí. Es una persona que está sufriendo, y no lo merece, porque es una persona excelente. Él sabe que es para él. Y la verdad sin ningun problema digo que adoro y quiero y amo a esta persona porque merece mucho. Espero que os guste y que te guste;

Y una vez más el estrés pudo con él.

Sufría en silencio. Mil pesares se cobijaban en su interior. Pero era fuerte. Sabía cómo manejar sus sentimientos; sabía disfrazar su agobio con sus sutiles sonrisas y oraciones agradables.

Realmente, estaba pasando por un momento difícil. Se le presentaba una gran decisión delante. Y es que el amor condicionaba su carácter. Dos personas realmente bellas estaban a sus pies: pues él merecía eso y mucho más. Era realmente una persona, un amigo, un primor.

Una de esas personas, lo elogiaba con sus infinitas e originales frases; la otra, le atraía por su gran personalidad y nobleza. Esto le adentraba en un triángulo amoroso. Esto le adentraba a un hoyo con una salida sin luz.

Pero, ¿Qué podía hacer? Se sentía confundido. A pesar de las desagradables y frecuentes aportaciones de uno, se lamentaba por el gran amor que sentía. Teniendo por otro lado al demás, le preocupaba tomar la decisión. No era su culpa. Prefería la nobleza y el carácter del chico, y su conciencia le obligó a elegirle. Nadaba en el mar de amor que veía por la ventana de su corazón.

Ellos se amaban. Pequeños baches obstruían el paso del amor. El chico cortés se moría por él. Pero, el pobre chico que sufría, aún empatizaba los sentimientos de los demás.

Un día, nos reunió en la plaza del barrio y nos dijo que ya no podía más. Sufría por los dos. Pero no dudé en ofrecerle un hombro donde llorar, una ventana donde desahogarse y una persona con la que tratar en todo momento; en lo bueno y en lo malo.

Y aunque mostrase hipócritas sonrisas, y disfrazase sus lágrimas, siempre supe que sufría en silencio. 

Bueno personita que nunca se queja de lo mal que lo pasa, que eso. Que te quiero mucho, y que te deseo lo mejor, y que salgas de esta y disfrutes de tu adolescencia que de verdad te lo mereces. Que te mando un beso enorme, y un abrazo, y mil risas, y mucho amor, y un asdfghjklñ  de los nuestros. ¡TE QUIERO!

Y bueno hermosisim@s seguidores, que a vosotr@s os amo muchísimo también, ¡Hasta la próxima entrada!